Las fibroses penianas son cicatrices rígidas que pueden causar curvatura y afectar el desempeño sexual masculino.
La fibrosis peniana es una condición patológica caracterizada por una formación por encima de lo normal de tejido fibroso.
¿Por qué es tan importante? Durante el proceso de erección, el músculo liso de los cuerpos cavernosos se relaja y permite que la sangre fluya hacia el órgano. Sin la túnica albugínea —una capa fibrosa y elástica que rodea los cuerpos cavernosos y ayuda a “retener” la sangre— la erección no se mantiene. Allí puede surgir el problema de la disfunción eréctil.
La fibrosis peniana puede aparecer por diversos motivos, pero el diagnóstico debe realizarlo únicamente el urólogo. Por eso, si nota algo en este sentido, busque ayuda cuanto antes. El diagnóstico precoz puede ayudar a evitar problemas futuros, incluida la necesidad de cirugía.
El tejido fibroso del que hablamos está compuesto principalmente por colágeno. Es lo que aporta la “elasticidad” normal que ayuda en el momento de la erección.
¿Qué es la fibrosis peniana?
La fibrosis peniana es la acumulación de tejido fibroso en la túnica albugínea. Como el exceso de tejido fibroso reduce la capacidad de expansión de la túnica albugínea, las deformidades suelen ser visibles solo cuando el pene está erecto.
Una analogía útil es imaginar un globo con una cinta adhesiva pegada en su superficie. Al inflarlo, la zona cubierta por la cinta no se expande y queda deformada.
Con fibroses, el pene se vuelve torcido y el grado de curvatura puede variar.
Esto, de hecho, es lo que determina si la vida sexual del hombre se verá afectada o no. En casos graves de fibrosis peniana, el pene curvo puede dificultar o incluso impedir la penetración durante la relación sexual.
¿Qué causa la fibrosis peniana?
Las fibroses penianas pueden surgir tras una lesión o trauma en el pene, como caídas, accidentes deportivos, durante actividades sexuales más vigorosas e incluso durante la masturbación.
Sin embargo, la fibrosis peniana también puede estar asociada a otras condiciones, como:
- Enfermedad de Peyronie;
- Diabetes;
- Hipertensión arterial;
- Colesterol elevado;
- Presión excesiva sobre el pene al dormir boca abajo;
- Falta de lubricación;
- Cirugías pélvicas, como la prostatectomía.
Usar ropa interior apretada también puede dejar el pene torcido. Si el pene está colocado de lado y se erecta, la prenda ajustada aumenta el riesgo de lesión.
Otro factor que favorece la formación de fibroses es guardar el pene de lado. Si el hombre tiene una erección y lo fuerza hacia un lateral, también puede formarse cicatrización dentro del pene.
4 tipos de fibrosis en el pene
Los principales tipos de fibrosis peniana son:
| Tipo de fibrosis | Características |
| Fibrosis superficial | Afecta la túnica albugínea del pene, causando curvatura hacia arriba, hacia los lados y/o hacia abajo. |
| Fibrosis profunda | Ubicada en los cuerpos cavernosos, impide su dilatación, lo que conlleva pérdida de firmeza vertical y dificulta la penetración. En general, esta fibrosis es responsable del adelgazamiento peniano. |
| Fibrosis localizada | Puede formarse en un único punto del pene —base, cuerpo o punta—, generando tortuosidad o adelgazamiento. |
| Fibrosis difusa (2+ puntos) | Ocurre cuando las fibroses se desarrollan en múltiples regiones, provocando varias deformidades, como dos o más curvaturas y/o adelgazamientos. |
| Calcificaciones múltiples | Pueden presentarse en distintas partes del pene, ubicadas arriba, a los lados o en la punta. |
Las fibroses también pueden dividirse en superficiales e internas. Las superficiales son las responsables de la curvatura porque afectan el tejido elástico, reduciendo un lado.
Existen además fibroses internas. Además de la tortuosidad, presentan una consecuencia aún más seria para las relaciones sexuales: el compromiso de la circulación sanguínea dentro del pene, lo que limita el flujo e interfiere directamente en la capacidad eréctil y el desempeño sexual.
Es importante destacar que cualquier indicio de fibrosis peniana debe ser evaluado por un urólogo y, cuando corresponda, tratado.
¿Cómo identificar la fibrosis peniana?
Es posible realizar un autoexamen por palpación con el pene erecto o no. Sin embargo, ante síntomas más intensos, lo más adecuado es acudir al urólogo.
| Tipo de autoexamen | Cómo realizarlo y qué buscar |
| Pene flácido | Traccionar suavemente la glande y palpar a lo largo de toda la extensión (lados, parte superior e inferior). El objetivo es identificar tejidos más engrosados en la base del pene. |
| Pene erecto | Evaluar si existe tortuosidad o adelgazamiento en el área donde se desarrolló la fibrosis. |
Durante la palpación, es necesario buscar cualquier alteración del órgano, especialmente bultos.
Es importante señalar que solo el 70% de los casos con fibroses penianas se identifican mediante el examen palpable. En el 30% restante hay únicamente pérdida de elasticidad y no es posible encontrar tejido cicatricial en el autoexamen.
El dolor durante la erección también puede indicar que algo no va bien y requiere atención médica.
Por lo tanto, si nota cualquiera de estas señales, consulte a un urólogo lo antes posible.
Síntomas comunes de la fibrosis peniana
Conocer los síntomas de la fibrosis peniana es clave para prevenir problemas más graves. Los principales son:
- Dificultad para lograr o mantener la erección;
- Dolor durante la erección o la actividad sexual;
- Curvatura o deformidad del pene cuando está erecto.
¿La fibrosis peniana duele?
Sí. Dependiendo del grado, puede causar dolor.
La intensidad del dolor puede variar. Algunos hombres sienten una molestia leve, mientras que otros pueden experimentar dolor agudo.
La fibrosis peniana puede provocar dolor en el pene por varias razones:
- Durante la erección: el tejido fibroso no se expande como el tejido peniano normal, lo que puede causar dolor cuando el pene se erecta.
- Debido a la deformidad: la curvatura o deformidad que puede acompañar a la fibrosis también puede generar molestia o dolor durante la actividad sexual.
- En el tejido cicatricial: la formación de tejido cicatricial puede ser sensible o dolorosa al tacto.
El dolor no debe ignorarse; la consulta con un urólogo es la mejor manera de comprender las causas para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Tengo fibrosis peniana, ¿y ahora?
Quienes tienen o desarrollan fibrosis peniana pueden llevar una vida normal tras el tratamiento adecuado.
En la consulta, el urólogo puede realizar una prueba con erección inducida para evaluar la vascularización del pene y el tipo y estadio de la fibrosis existente.
Si la fibrosis es leve y no deforma el pene hasta el punto de afectar la capacidad de erección, puede manejarse con medicamentos para prevenir su progresión y mayores consecuencias.
Si la fibrosis se ha extendido, genera una deformidad considerable o dificulta la erección, las pastillas y los medicamentos pueden no lograr los efectos deseados.
¿Qué opciones de tratamiento hay para la fibrosis peniana?
Existen tratamientos eficaces para la fibrosis peniana, y buscar orientación médica ante los primeros síntomas puede ayudar a evitar su progresión. Esto puede prevenir la necesidad de tratamientos más complejos.
A partir de allí, el mejor tratamiento depende de la fase en que se encuentre la fibrosis peniana. Vea:
Fibroses leves
Las fibroses leves no causan deformidades severas ni grados serios de disfunción eréctil. Por ello, puede considerarse el manejo no quirúrgico con combinación de colchicina y vitamina E para ayudar a evitar la progresión de las fibroses existentes y retrasar la aparición de nuevas cicatrices.
El manejo médico de la fibrosis peniana también puede incluir inyecciones intracavernosas de verapamilo.
En la revisión “Verapamilo intralesional para el tratamiento de la enfermedad de Peyronie”, los autores observaron que la mayoría de los hombres refiere reducción de las secuelas de la fibrosis peniana, como menos dolor, reversión parcial de la curvatura y mejora de la función sexual.
Otra opción son las inyecciones de Xiapex (actualmente no disponible en Brasil). Según el estudio “Xiapex para el tratamiento de la enfermedad de Peyronie”, estas inyecciones se consideran seguras y eficaces como tratamiento de primera línea.
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Fibroses graves
Cuando las fibroses evolucionan o se calcifican, puede ser necesaria la cirugía para fibrosis peniana.
A medida que la placa fibrótica empeora, la deformidad del pene se acentúa —a veces hasta 90 grados— y mantener la erección se vuelve más desafiante.
Para estos casos, la cirugía busca restaurar las dimensiones del pene —incluida la longitud y el grosor— mediante un alineamiento hasta el límite de los nervios, con pequeñas incisiones calculadas geométricamente.
Además de tratar las fibroses, durante la cirugía el médico puede colocar una prótesis de pene del mayor tamaño y grosor adecuados (respetando la anatomía tras la restauración).
El implante está indicado para proporcionar rigidez suficiente para la relación sexual y es una de las alternativas utilizadas en la disfunción eréctil asociada a la fibrosis.
¿Es posible tener una vida sexual normal incluso con fibroses?
Sí. Con el tratamiento adecuado y/o cirugía indicada por el urólogo, muchos pacientes pueden mantener una vida sexual activa y saludable.
Sin embargo, es necesario analizar si la fibrosis es localizada y si la deformidad no interfiere con la rigidez ni provoca escapes frecuentes durante la penetración.
También es importante que el paciente cuide su salud sexual para que las fibroses no empeoren y causen problemas más serios, como adelgazamiento y tortuosidad acentuada, o lesiones que generen más fibroses.
Si la condición no compromete la funcionalidad, el paciente puede seguir su vida sin necesidad de medicación o cirugía.
Cuida activamente tu salud con el Dr. Paulo Egydio
La fibrosis peniana es una condición compleja que requiere atención y manejo adecuados para evitar complicaciones serias.
Afortunadamente, existen varias opciones de tratamiento, y una evaluación temprana puede ayudar a evitar que la fibrosis avance a etapas más complicadas.
Si presentas alguno de los síntomas mencionados, es momento de buscar a un especialista para trabajar en una vida sexual saludable y segura. El seguimiento especializado es esencial para la conducción adecuada de cada caso.
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Invertir en la salud del pene es invertir en calidad de vida y salud sexual.
