Las enfermedades urológicas afectan el sistema urinario y el aparato genital masculino. Las más comunes incluyen infección urinaria, cálculos renales, prostatitis y cáncer de próstata. Pueden causar dolor, dificultad para orinar y otros problemas relacionados. ¡Sepa más!
Las enfermedades urológicas son condiciones que afectan el tracto urinario y el sistema reproductor del hombre. Estos problemas pueden aparecer en los riñones, la vejiga, la uretra, la próstata y los genitales, y repercuten en la calidad de vida.
La urología es la especialidad dedicada al diagnóstico y manejo de estas condiciones. Su importancia se debe a las posibles consecuencias de las enfermedades urológicas, como infertilidad, disfunción eréctil, infecciones recurrentes e incluso pérdida de función de órganos.
Entender dónde ocurren, los síntomas más comunes y cómo prevenirlas es esencial para mantener la salud urológica al día. ¡Siga leyendo!
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¿Cuáles son las principales enfermedades urológicas?
Después de conocer con qué enfermedades urológicas debe tener cuidado, el siguiente paso es entender cómo se manifiestan para buscar ayuda médica a tiempo.
1. Cálculos renales
También llamados litiasis renal, se forman por depósitos endurecidos de minerales que se aglutinan.
Las piedras se forman en los riñones, pero pueden desplazarse hacia la uretra y la vejiga para ser eliminadas.
Es una condición frecuente, sobre todo en hombres. La baja ingesta de agua y una dieta desequilibrada son factores relevantes.
Síntomas: en casos raros no hay síntomas. Lo más habitual es dolor lumbar (cuando el cálculo está en el riñón) y cólico intenso cuando se mueve—muchas veces queda detenido en el uréter.
También puede provocar infecciones urinarias, sangre en la orina, náuseas, vómitos y fiebre.
2. Cáncer de vejiga
Según el INCA, entre 2020 y 2022 alrededor de 7 de cada 100.000 hombres fueron diagnosticados con cáncer de vejiga, fuertemente asociado al tabaquismo.
Suele presentarse en mayores de 55 años y con frecuencia se detecta de forma temprana, lo que permite un abordaje oportuno. Sin embargo, puede recidivar y, en algunos casos, metastatizar.
Síntomas: la sangre en la orina es el signo principal que lleva a consulta. También dolor al orinar, aumento de la frecuencia, urgencia, chorro débil e incluso retención urinaria.
Pueden aparecer signos no urinarios, como dolor lumbar, pérdida de apetito y peso, debilidad, edema en piernas y dolor óseo.
3. Infección urinaria
La infección urinaria ocurre cuando las bacterias se multiplican en algún segmento del tracto. Si afecta la vejiga es cistitis; en la uretra, uretritis; y en los riñones, pielonefritis.
Con frecuencia los microorganismos ingresan por vía ascendente (de fuera hacia dentro). Aunque es más común en mujeres, los hombres—especialmente mayores—también pueden verse afectados.
Síntomas: dificultad para orinar, aumento de la frecuencia y posible secreción purulenta. Fiebre, náuseas, vómitos y escalofríos son más probables cuando hay compromiso renal.
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4. Insuficiencia renal
En la insuficiencia renal, los riñones pierden su capacidad funcional. Puede ser aguda (rápida) o crónica (progresiva). La forma aguda, si no se trata, puede evolucionar a crónica.
Las consecuencias incluyen alteraciones en la presión arterial, producción de glóbulos rojos, salud ósea y eliminación de desechos/líquidos. La diabetes y la hipertensión son las principales causas.
Síntomas: en la forma aguda puede haber disminución de orina, retención de líquidos (edema en miembros inferiores), somnolencia, pérdida de apetito, disnea, fatiga, náuseas, vómitos y confusión.
En la forma crónica, al avanzar se observa mayor necesidad de orinar (incluso nocturna), cansancio y menor claridad mental. La impotencia puede ocurrir.
En fases avanzadas pueden aparecer anemia, hematomas, calambres, alteraciones sensoriales e incluso convulsiones.
5. Cáncer de próstata
La formación de tumores en esta glándula del sistema reproductor masculino da lugar al cáncer de próstata, el segundo tipo más común entre los hombres brasileños, según el INCA.
Este cáncer afecta principalmente a hombres de mayor edad. Los avances diagnósticos y campañas como Noviembre Azul han contribuido a la detección temprana y a un mejor manejo clínico.
Síntomas: muchos tumores localizados no generan síntomas porque crecen lentamente y se detectan en controles de rutina.
En fases avanzadas puede haber dificultad para orinar, sensación de vaciamiento incompleto y hematuria. Si hay metástasis, puede aparecer dolor lumbar.
6. Cáncer de pene
El cáncer de pene es poco frecuente pero preocupante, pues puede requerir amputación parcial o total.
Las células malignas se forman en los tejidos peneanos. La mala higiene es un factor importante; también se asocia a ciertos tipos de VPH, fimosis y tabaquismo.
Existen cinco variantes; las tres más comunes suelen ser menos agresivas y de progresión lenta. Tumores benignos pueden volverse malignos.
Síntomas: cambios en la piel del pene—color, espesor—y lesiones como ampollas o bultos (incluso en la ingle).
En algunos casos, las lesiones producen secreción blanquecina con olor fuerte y curan lentamente o no curan.
7. Deficiencia androgénica del adulto
Andropausia, o deficiencia androgénica del adulto, suele comenzar alrededor de los 40 años con descenso de hormonas como la testosterona.
No todos los hombres presentan impacto significativo ni existe una “fecha de término”.
Comorbilidades (hipertensión, diabetes) y estilos de vida desfavorables (sedentarismo, tabaco, alcohol) aumentan el riesgo. A diferencia de la menopausia femenina, el hombre sigue siendo fértil.
Síntomas: principalmente alteraciones en la función sexual.
También es frecuente observar disminución de la libido, menos erecciones espontáneas y, en algunos casos, reducción testicular. Pueden darse cambios físicos (más grasa corporal) y efectos emocionales.
8. Disfunción eréctil
La disfunción eréctil es la dificultad repetida para lograr y/o mantener una erección suficiente para la penetración. Es frecuente entre los 40 y 70 años y suele relacionarse con menor flujo sanguíneo peneano.
Las causas son variadas: problemas circulatorios, trastornos hormonales, cambios anatómicos—estrechamiento, reducción del tamaño o curvatura—alteraciones estructurales, priapismo y uso de sustancias o fármacos.
También puede estar vinculada a ansiedad, depresión y estrés.
Síntomas: dificultad o incapacidad para lograr y/o mantener la erección desde la penetración hasta el orgasmo.
Puede coexistir eyaculación precoz y menor deseo sexual.
9. Enfermedad de Peyronie
Las placas fibrosas en la túnica albugínea (membrana interna del pene) pueden reducir la elasticidad, alterar la anatomía y provocar curvatura, estrechamiento o reducción del tamaño.Esta condición se denomina enfermedad de Peyronie. Según la gravedad, puede impactar la función sexual.
Con frecuencia se origina por traumatismos o microtraumatismos durante la actividad sexual. Erecciones de baja calidad, edad, diabetes y cirugía prostática también contribuyen.
Síntomas: curvatura, estrechamiento y/o reducción del tamaño visibles durante la erección.
En algunos casos, el hombre puede palpar un nódulo en el pene.
También puede haber dificultad para lograr/mantener la erección y dolor en la erección.
Al afectar la vida sexual, puede existir malestar psicológico.
10. Fimosis
En la fimosis, el prepucio no se retrae por completo para exponer el glande. En algunos casos, es imposible exponerlo.
Es frecuente en bebés y niños pequeños y a menudo se resuelve de forma natural antes de los cinco años. Si no, puede indicarse cirugía.
Los adultos también pueden desarrollarla por infecciones o enfermedades dermatológicas.
Síntomas: dolor e inflamación en la región, a veces con fiebre, además de la dificultad para exponer el glande.
La higiene se dificulta, lo que puede llevar a complicaciones como balanopostitis y, en algunos casos, cáncer de pene.
¿Dónde se manifiestan las enfermedades urológicas?
Pueden afectar varias áreas del sistema urinario y reproductor: riñones, vejiga, próstata y uretra.
Los problemas renales (piedras, insuficiencia) pueden causar dolor intenso y complicaciones. La infección urinaria, el cáncer de vejiga y la incontinencia impactan el confort y la función urinaria.
En la próstata, condiciones como HPB, prostatitis o cáncer pueden causar dificultad para orinar y, en algunos casos, requerir manejo quirúrgico.
Los estrechamientos uretrales y los problemas genitales—espasmos del pene, disfunción eréctil y curvatura—también influyen en la salud sexual y reproductiva.
¿Cuáles son los síntomas más comunes?
Dolor o molestia al orinar, aumento de la frecuencia y urgencia.
Cambios en el color/olor de la orina, presencia de sangre y dolor pélvico o lumbar pueden indicar infección urinaria, cálculos o problemas vesicales.
Otros signos: dificultad para iniciar o mantener el chorro, incontinencia y, en hombres, cambios en la función sexual como disfunción eréctil—posibles en HPB, prostatitis o cáncer de próstata.
Cómo prevenir problemas urológicos
Adopte hábitos saludables que favorezcan el sistema urinario y reproductor. La hidratación ayuda a la función renal y reduce el riesgo de infecciones. Una buena higiene íntima, especialmente después de las relaciones sexuales, es clave para prevenir infecciones.
Una alimentación equilibrada y ejercicio regular también importan. Las revisiones periódicas con el urólogo contribuyen a la prevención y detección temprana.
Consulte a un urólogo de confianza
Las enfermedades urológicas requieren atención porque pueden afectar la calidad de vida. La evaluación temprana y un manejo adecuado ayudan a reducir complicaciones.
El Dr. Paulo Egydio, urólogo y andrólogo, atiende casos de curvatura peneana y ofrece evaluación individualizada y enfoques acordes a cada situación clínica.
Si presenta síntomas urológicos o desea una evaluación especializada, agende una preevaluación con el Dr. Paulo.



