Los medicamentos orales para la disfunción eréctil más prescritos incluyen sildenafilo, tadalafilo, vardenafilo y lodenafilo, entre otros.
Aunque es frecuente en todo el mundo, la incidencia de disfunción eréctil en Brasil es preocupante. Según el caso, los medicamentos para la disfunción eréctil pueden ayudar a muchos pacientes. Según el Estudo da Vida Sexual do Brasileiro (EVSB), la prevalencia de disfunción eréctil alcanza el 45,1% de los hombres, distribuida en 31,2% leve, 12,2% moderada y 1,7% grave.
En muchos casos, el tratamiento farmacológico puede contribuir a mejorar la función sexual. Como existen varias opciones, es necesario comprender la causa y evaluar cada caso. Siga leyendo para conocer las opciones disponibles y cómo buscar el enfoque más adecuado para su caso, con el objetivo de mejorar el bienestar, la autoestima y la calidad de vida.
Principales medicamentos orales para la disfunción eréctil
Los medicamentos orales para la disfunción eréctil actúan como facilitadores, no como inductores; es decir, requieren estímulo sexual para ser efectivos. El inicio, la eficacia y la duración varían según el principio activo. Todos pueden producir efectos adversos y requieren receta. La elección y la dosis deben individualizarse bajo indicación médica. A continuación, vea los principales medicamentos para la disfunción eréctil y cómo actúan en el organismo.
1. Sildenafilo
El sildenafilo es un fármaco oral que incrementa el flujo sanguíneo hacia el pene. Debe tomarse unos 30–60 minutos antes de la relación y su efecto puede durar hasta 5 horas. Requiere receta. Los efectos adversos más comunes incluyen cefalea, congestión nasal y alteraciones visuales transitorias. Está contraindicado en quienes usan nitratos o presentan cardiopatías inestables.
2. Tadalafilo
El tadalafilo (Cialis) se caracteriza por su larga duración (hasta 36 horas) y puede usarse a demanda o a diario, según indicación médica. Los efectos adversos frecuentes son dolor lumbar, indigestión y cefalea. No es adecuado para pacientes que usan nitratos o con ciertas cardiopatías. Un estudio comparativo entre sildenafilo y tadalafilo—los fármacos más populares—informó eficacia y tasas de eventos adversos similares. Sin embargo, el tadalafilo mostró efectos psicológicos más positivos y mayor preferencia entre pacientes y parejas.
3. Vardenafilo
El vardenafilo es otro inhibidor oral de la PDE5 que incrementa el flujo sanguíneo peneano, con inicio en 30–60 minutos y duración de hasta 5 horas. Requiere receta. Está contraindicado en pacientes que usan nitratos, con hipotensión grave o antecedente reciente de ictus/infarto. Puede causar cefalea, rubor y congestión nasal. En estudios comparativos, el vardenafilo mostró eficacia comparable al sildenafilo, con mayor potencia y menor riesgo de alteraciones visuales. Respecto al tadalafilo, la principal diferencia es la duración: cerca de 4–5 horas vs. hasta 36 horas para el tadalafilo.
4. Lodenafilo
El lodenafilo es un tratamiento para la impotencia más reciente, usado principalmente en América Latina. Actúa de forma similar a otros inhibidores de la PDE5, aumentando el flujo sanguíneo. Suele actuar a los 30–60 minutos y dura 4–6 horas. Requiere receta. El perfil de seguridad es similar al del grupo, con efectos leves y transitorios como cefalea, rubor, congestión nasal, dispepsia y alteraciones visuales. Debe evitarse en usuarios de nitratos, hipotensión grave o ictus/infarto recientes. En un ensayo clínico aleatorizado, la dosis de 80 mg mostró potencial para mejorar parámetros de función eréctil en los participantes.
5. Cipionato de testosterona
El cipionato de testosterona es una terapia inyectable indicada en hombres con DE asociada a hipogonadismo (testosterona baja). Se administra por vía intramuscular cada 2–4 semanas, con acción prolongada y liberación gradual. Requiere receta especial. Con supervisión médica, su uso es seguro, pero está contraindicado en cáncer de próstata, policitemia, insuficiencia cardiaca grave y apnea del sueño severa. Puede causar retención de líquidos, acné, ginecomastia, aumento del hematocrito y reducción de la fertilidad. Un estudio confirmó mejoras en la función sexual, energía y bienestar en hombres con déficit de testosterona.
6. Alprostadil
El alprostadil es un vasodilatador, generalmente por inyección intracavernosa, considerado de segunda línea, con acción en pocos minutos. Requiere receta. Debe dosificarse y aplicarse correctamente; de lo contrario, hay riesgo de priapismo, dolor peneano y hematomas. No se recomienda en anemia falciforme. Dos trabajos destacaron resultados favorables: el primero informó tasas elevadas de erecciones satisfactorias para la relación con alprostadil intracavernoso. El segundo destacó buena tolerancia y seguridad en distintas formulaciones, incluido crema tópica e inyecciones.
7. Udenafilo
El udenafilo es un inhibidor oral de la PDE5. Disponible en comprimidos, requiere receta. Suele actuar en ~1 hora y durar hasta 12 horas al aumentar el flujo sanguíneo. Es bien tolerado en la mayoría, con baja incidencia de cefalea, rubor y congestión nasal. Debe evitarse en usuarios de nitratos, cardiopatía inestable o hipotensión grave. Una revisión resaltó buena absorción e inicio rápido, lo que lo convierte en una opción prometedora para quienes buscan flexibilidad.
8. Avanafilo
El avanafilo es un comprimido de inicio rápido (15–30 minutos) y duración de hasta 6 horas, una opción para quienes buscan respuesta más inmediata. Requiere receta. Los efectos adversos más comunes incluyen cefalea, rubor facial, congestión nasal y dolor lumbar. Al igual que otros inhibidores de la PDE5, no debe usarse con nitratos ni en cardiopatía inestable. Un estudio brasileño mostró absorción rápida, buena tolerancia y eficacia clínica, incluso en hombres con diabetes. Su inicio más veloz puede resultar conveniente.

¿Puedo combinar medicamentos para la disfunción eréctil?
Sí; algunas combinaciones son posibles según la respuesta. Un esquema habitual es sildenafilo a demanda con tadalafilo diario en dosis bajas. Las combinaciones buscan mejores resultados en casos resistentes, pero requieren evaluación médica, ya que cada fármaco actúa distinto, con efectos propios, posibles interacciones y riesgo de sobrecargar el sistema cardiovascular.
¿Qué fármacos se usan en la disfunción eréctil psicógena?
La disfunción eréctil psicógena suele asociarse a ansiedad de rendimiento, estrés, depresión, baja autoestima, conflictos de pareja o traumas. En estos casos, se pueden usar temporalmente los mismos fármacos que en la DE orgánica para apoyar la erección, según indicación médica. La psicoterapia suele mostrar buenos resultados al tratar la causa.
¿Existe un medicamento para la DE que no haga daño?
Ningún medicamento está libre de efectos adversos. La respuesta varía entre personas. Consulte siempre al médico para evaluar riesgos y precauciones.
¿Se puede tratar la disfunción eréctil de forma natural?
Además de los medicamentos orales para la disfunción eréctil, existen alternativas no farmacológicas:
- Cambios en el estilo de vida: ejercicio, control del peso, salud mental y manejo del estrés, limitar alcohol y evitar tabaco;
- Psicoterapia o terapia sexual: la DE puede generar ansiedad y agravar el problema; el apoyo profesional ayuda;
- Alimentación: dieta equilibrada rica en frutas, verduras, cereales integrales y grasas saludables (omega-3) que favorecen la salud vascular;
- Actividad física: caminar, correr, fuerza y aeróbico mejoran la circulación, hormonas y autoestima;
- Control de crónicos: tratar diabetes, hipertensión y dislipidemia previene daño vascular;
- Control del peso: la obesidad se asocia a menor testosterona y mayor riesgo de DE;
- Reducción del estrés: meditación, respiración consciente, yoga y ocio ayudan a la regulación emocional;
- Prótesis de pene: cuando otras alternativas fallan, puede considerarse cirugía; el médico define la indicación.
Consulte al especialista para encontrar el medicamento más adecuado
El mejor abordaje no siempre es farmacológico. La atención individualizada evita el uso indiscriminado. El médico evaluará el enfoque más adecuado—fármacos, inyecciones o prótesis de pene—según su valoración clínica. Cuéntenos su caso y reciba orientación personalizada.



